Le Havre es un juego de economía, cuyo objetivo es volverse el administrador de puerto mas exitoso de Le Havre.
Las reglas del juego son sencillas, cada turno el jugador avanza su barco a través del puerto y coloca nuevos bienes en las casillas correspondientes. Estos bienes ahora están disponibles para ser recolectados y abarcan desde pescado, hierro, dinero, ganado, etc.
Acto seguido, el jugador toma una acción. Esta acción puede ser tomar todos los bienes disponibles de un solo tipo, o enviar a tu "crew" a un edificio. Los bienes son importantes, porque la principal forma de lograr cosas en este juego (prácticamente la única) es mediante la conversión de estos recursos en bienes avanzados que puedes usar para construir, comprar, comerciar, etc. Opcionalmente puedes comprar edificios en vez de comprarlos, sin necesidad de gastar tu acción.
Esta dinámica se repite para cada jugador, avanzando por el puerto. Una vez que se llega al final del mismo, se acaba oficialmente una "ronda". Al final de cada ronda, todos los jugadores deben alimentar a sus trabajadores. En esto entran en juego la compra de barcos, que aseguran una cantidad fija por turno de comida, al igual que permitirte comerciar con otros puertos.
Una vez que se acaban cierto numero de turnos es hora de ver quien ha ganado. Los jugadores cuantifican sus riquezas, sumando el valor de sus edificios, barcos, dinero y deudas.
Como verán, las premisas del juego son increíblemente sencillas. Sin embargo, el juego tiene una complejidad bastante elevada, especialmente cuando se juega con varias personas. Esto surge de las complicadas interacciones entre que edificios generan que bienes y que recursos se requieren para construir ciertos edificios. Esto agregando la necesidad creciente de alimentar a tus trabajadores, lo cual resulta en un balance muy interesante que cada jugador debe mantener. La decisión de como alimentar a tus trabajadores turno a turno se vuelve cada vez mas difícil de tomar, cuando ves que la compañía de enfrente acaba de construir el edificio que tu querías o necesitabas.
Sumando todo, Le Havre me parece un GRAN juego y lo recomiendo completamente. Especialmente lo recomiendo si tu grupo de juegos tiende a ser muy competitivo, pero no muy confrontativo. Esto lo digo porque aunque los jugadores están en competencia todo el tiempo y las decisiones de uno afectan a todos (especialmente cuando se llevan el pescado con el que pensabas alimentar a tu ahora iracunda turba de trabajadores de puerto), pero no es el tipo de juego en el que un jugador ataque directamente a otro con sus hordas malévolas de orcos y aplasten tus campos, violen a tus mujeres, esclavicen a tus hijos y se regodeen babeando sangre sobre las tumbas de tus ancestros.
*sniff* *sniff*
Eso de las hordas de orcos trajo dulces recuerdos...
*EJEM* regresando al tema, Le Havre es un juego para jugar varias veces. Sugiero que comiencen jugando la versión corta, porque conocer lo que hacen los edificios y recursos es increíblemente importante.
Por último quiero hacer notar que alguien definitivamente tiene que hacer una modificación a este juego para crear "Le Prostibule", la versión XXX de Le Havre donde tengas que comerciar droga, prostituir vecinas, alimentar a tus matones y pagarle a tus repartidores de volantes. Esta versión más familiar del juego sería un completo éxito y me ofende terriblemente que alguien no la haya elaborado antes
"Ira mami ! Compremelo, jefa !!" sera el grito de guerra de todo el mundo cuando esta belleza llegue a los Gameplanet y demás tiendas donde haya videojuegos. 
